En tierra firme

Hace dos meses desde que escribí el último post en el que os explicaba que teníamos que hablar y vaya si era importante. Tanto que me ha dado para estar callada durante todo este tiempo y es que en estos meses he estado entretenida; ya no vivo en una isla paradisiaca y entre flores todo el día. Ahora estoy en tierra firme, con los pies en el suelo pero con la cabeza más llena de flores que nunca. No, ya no es tan poético, pero sigue siendo guay.

No ha sido fácil, es más, os diré que el cambio ha sido muy duro, nunca lo hubiese dicho. Escaparme durante 5 años a hacer yo que se qué con mi vida me costó más bien poco y aunque volver ha sido por elección, cuando vienes de algo tan intenso cuesta integrarlo en tu nueva realidad.

El aprendizaje es muy bestia y ahora el trabajo es acordarse de porqué me fui, de lo que me mantuvo allí y lo que me trajo de vuelta. Es jodidamente difícil pero más enriquecedor aún.

No se cómo siempre me sigo enrollando tanto con mis cosas si yo en este post os quería enseñar el nuevo estudio. Al grano.

El caso es que una vez instalados, me dediqué a buscar el estudio perfecto. Lo encontré, lo puse guapo y aquí estamos. Sumando sueños cumplidos.

Os cuento un poco más, el estudio está en el centro de Sabadell (al ladito de una parada de Ferrocarril, para que no me pongáis pegas las que venís de Barcelona y alrededores) y aquí seguimos trabajando en lo de siempre: coronas, tocados, ramos, etc. y también en cosas nuevas como talleres, bridal parties ( o despedidas de solteras bonitas, llámalo como quieras) y sobre todo, en recibiros. Es tan emocionante conoceros… han sido 6 años trabajando de forma virtual y ver caras nuevas y emocionarme con vosotras es la pera.

Así que ya sabéis, a las que estéis cerquita aquí os espero. Y para las que estáis lejos, seguiré implicándome en los correos como siempre para hacer que el proceso sea lo más bonito posible.

Otra novedad es que ¡somos uno más en la oficina! El año pasado por temas logísticos no pudo ser pero este sí que sí. No he hecho entrevistas porque sin saberlo tenía al mejor candidato delante de las narices y encima al más guapo, y contra eso no hay nada que hacer amigas. Tenemos chico nuevo en la oficina y es mi marido, así que sí, esto es ha convertido en una bonita empresa familiar.

Y súper importante: gracias a David Griso por su predisposición (no se puede ser más majo que él) y por estas fotos tan especiales para mí.

un beso,

Maca